Las referencias a los ambiguos términos de "patria" y de "pueblo" son comunes en la justificación de las acciones de los gobernantes y de quienes aspiran a serlo, a veces relacionadas a la noción vaga del "interés superior" de lo que dichos conceptos pretenden expresar; el recurso a la idea de "nación" también es usado en términos muy semejantes a los mencionados. Juan Goytisolo, en su colaboración para El País del día hoy titulada Los dictadores y sus pueblos (que no aparece en la versión en internet, aunque la tengo frente a mí en la versión impresa) dedica algunos párrafos al tema, plenos en sarcasmo demoledor para quienes utilizan este recurso discursivo. Nos permitimos citar dos de ellos:
Nota: no he dado con la información para dar crédito al autor de la caricatura, la cual encontré en este sitio.El amor de los dictadares a sus pueblos no requiere demostración alguna. Puede medirse por el número y variedad de armas y municiones que emplean para mantenerlos en la vía del progreso y la paz social trazada por ellos, vía amenazada por enemigos internos y externos, por "bandas de facinerosos al servicio del terrorismo internacional".Para defender los logros conquistas del pueblo, escuchamos aquí, allá y acullá, estamos dispuestos a todo: a sacrificar incluso al propio pueblo. El amor de los dictadores árabes y no árabes... a la patria con la que se identifican no tiene otro límite que la muerte, ya sea la suya propia, ya la de un número en verdad secundario de sus bienamados súbditos.
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