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miércoles, septiembre 08, 2010

La política en Lilliput


En el reino imaginario de Lilliput era motivo de la mayor atención pública el averiguar la manera más adecuada de quebrar los huevos antes de cocinarlos. Mediante esta narración Jonathan Swift, en Los viajes de Gulliver, endereza una ácida critica a la clase política de Inglaterra al destacar cómo los asuntos relevantes eran dejados de lado mientras grandes energías y guerras se desperdiciaban y combatían en razón de bobadas.

Abunda la noticia en los siguientes términos: "... los coordinadores parlamentarios del PRI, Francisco Rojas; PAN, Josefina Vázquez Mota, y del PRD, Alejandro Encinas, centraron sus discursos en priorizar la gobernabilidad y funcionamiento de la Cámara, más allá de los intereses individuales."

Al tratar de asimilar la "inmensidad" de los acuerdos políticos de los que se nos informa, recordé que los indicadores de competitividad del páis llevan al menos seis o siete años en retroceso; que la zozobra por la inseguridad en algunos lugares de la república es dramática; que la inversión extranjera productiva no llega a México; que en la Ciudad de México diez por ciento de los votantes anularon su voto en las últimas elecciones federales; que impusar una reforma fiscal de fondo no parece estar en el interés de nadie; que la producción petrolera no es suficiente para evitar la importación de gasolinas y que las reservas probadas se agotarán en el corto plazo; que en su afán de notoriedad las corporaciones de seguridad no tienen el menor recato por las garantias individuales; que cualquier intento de realizar obras relevantes de infraestructura se ve limitado por obstáculos administrativos y políticos de todo tipo; que en telecomunicaciones tenemos servicios caros y malos; que el sistema educativo nacional es, en términos generales, insuficiente y de baja calidad; que una reforma política que dé mayor relevancia a los ciudadanos no puede prosperar en el Congreso, y que, en general, la actividad económica y financiera se ve dominada por oligopolios en los que campea la mezquindad y el conformismo.

Pareciera que México, cual Gulliver, se encuentra postrado como un gigante que no logra levantarse por las ataduras de enanos torpes y egoistas que sólo pueden ponerse de acuerdo en nimiedades que a nadie, salvo a ellos, interesan. Si Jonathan Swift reviviera en nuestro país, probablemente se apenaría al observar que su novela mantiene vigencia aún tres siglos después de su publicación.

sábado, septiembre 04, 2010

El cielo quiere leer

viernes, septiembre 03, 2010

La "prostitución" de Carla Bruni


Además de ser la tortura de Woody Allen y la primera dama más atractiva del planeta Carla Bruni se las ha arreglado para causar la furia del fundamentalismo religioso por el siguiente escrito relacionado con la condena a muerte de  Sakineh Mohammadi Ashtiani en Irán por cometer adulterio:
Querida Sakineh,

¡Condenada a ser sepultada viva, y después lapidada! ¡Su hermoso rostro, destrozado! Sus ojos llenos de dolor y dignidad, su frente, su cerebro, su alma... transformados en blanco de lanzadores de piedras, aplastados, pulverizados, destrozados... ¡Horror y consternación! Esta imagen de pesadilla que nos trastorna, esta imagen que nos aterroriza y que parece salida de la noche de los tiempos, esta increíble tortura corre pues el riesgo de volverse real.

Por razones oscuras, con fría rabia, seres semejantes a usted y a mí así lo han decidido, Sakineh. Seres que se arrogan el derecho de vida y muerte sobre aquellas que no les obedecen.

¿Cómo callar después de haber tomado conocimiento de la sentencia que fue pronunciada en su contra? Lo que puede sucederle a usted lastimará profundamente a todas las mujeres, a todos los niños, a todos aquellos que abrigan sentimientos humanitarios. Y, peor aún, usted no es la única que se encuentra en peligro de padecer este increíble suplicio...

No veo qué bien puede salir de esta ceremonia macabra, sean cuales sean las justificaciones jurídicas esgrimidas.

Derramar su sangre, privar a sus hijos de madre, pero ¿por qué? ¿Por lo que usted vivió, porque usted alguna vez amó, porque usted es mujer e iraní?

Todo en mí se niega a aceptar esto. El pueblo iraní forma parte de las naciones más antiguas y más notables del planeta. No entiendo cómo los herederos de una gran civilización hecha de tolerancia y refinamiento pueden ser infieles a esa herencia milenaria.

Sus jueces deben saberlo, Sakineh, su nombre se ha convertido en un símbolo para todo el planeta. ¿Entenderán ellos que, sea cual sea la época, sea cual sea el lugar, nunca podrán lavarse las manos de semejante crimen?

Estoy orgullosa de vivir en un país en el cual la pena de muerte ha sido abolida. Por mucho tiempo, formó parte de neustras leyes y puedo decirle que esa abolición fue una victoria democrática, muy importante para el conjunto de nuestro pueblo. ¿Y si esa victoria fuese también la suya? ¿Y si la Nación iraní le diese la espalda a esta bárbara costumbre?

Ruego para que la justicia de su país sepa dar muestras de clemencia hacia usted, así como hacia las otras víctimas que podrían padecer el mismo suplicio. En Francia, los niños aprenden en al escuela que la clemencia es la principal virtud de los gobernantes.

Desde el fondo de su celda, sepa que mi marido abogará por su causa sin descanso y que Francia no la abandonará.
Se podrá decir de Bruni lo que se desee menos que en este caso no le asiste la razón, ¡ah, la razón! propiedad intelectual incompatible con el fundamentalismo de cualquier signo, acostumbrado a imponer sus valoraciones por autoridad y no por convencimiento. Ante el señalamiento de Bruni y de otros muchos más, entre ellos Bernard-Henry Lévy y Bob Geldof, los radicales de la teocracia sólo han atinado a esgrimir como argumento la descalificación ad hominen llamándola "prostituta", haciendo con ello más evidente la ausencia de premisas que sustenten sus juicios.

Se recurre a la condena moral de la conducta personal del denunciante para esconder la arbitrariedad propia, al arropamiento en caducas concepciones de nacionalismo y soberanía para pretender rodear con una valla de impunidad a la barbarie para exentarla de la crítica: "Independent nations do not allow other countries to interfere in their judicial affairs... Western nations must not pressurise and hype [the case] up.", clama el ministro de relaciones exeriores ante el señalamiento inquisitivo universal.

Pareciera que las mujeres pensantes merecen el desprecio de los líderes religiosos fundamentalistas, culpables ellas de insolencia al asumirse abiertamente como seres con ideas, que cuestionan las tradiciones, con carácter y libres como el que más; ante tal atrevimiento consideran legítimo propalar pretendidos secretos de alcoba, obsesión oculta de toda mojigatería, para defender la puridad de la conciencia manchada y exhibida frente al espejo.

Nadie puede declarar inocencia o culpabilidad en un caso que se desconoce, pero sí afirmar la crueldad del castigo, anidar la sospecha de que la nujer no tiene posibilidad de un juicio justo en una sociedad dominada en la esfera pública por un fundamentalismo religioso que no entiende de derechos humanos, influencia infecciosa de occidente, que sólo sirve para hacer "escándalos".

Frente a la molestia manifestada en Francia por los calificativos dirigidos a la primera dama la respuesta de los ayatolas no pudo haber sido más deleznable, no sólo es una ramera: "De hecho, ella misma merece morir". Se manifiestan en toda su desnudez los riesgos que motivaron a Voltaire, hace siglos, a denunciar como principio intrínseco de todo fundamentalismo el que se expresa en la frase "¡piensa como yo o muere!; como apunta Fernando Savater al reflexionar sobre temas relacionados: "Practican lo que Michael Oakeshott llamó en un ensayo memorable la “política de la fe”, es decir, tratan de imponer gubernamentalmente la perfección social según la guía de quienes ya vieron la luz de la verdad."

En este orden de ideas, para el discurso oficial iraní estamos frente a una medida que resulta necesaria para conservar la cultura, las tradiciones y los valores propios, de manera que la lapidación, "... aunque pueda parecer cruel, enseña la importancia de los valores familiares." Curiosos valores aquellos cuya mera enseñanza justifica la crueldad. Quizá ya es momento de dar de baja la referencia a los "valores familiares" como argumento en los asuntos públicos, toda vez que con ellos se han pretendido justificar las ideas más exóticas, desde la prohibición de libros, pasando por restricciones a la privacidad hasta llegar a la aplicación de penas inusitadas. Como decía Alf Ross al hablar del empleo indiscriminado del término justicia, "hay que desconfiar de una idea que puede ser utilizada para defender cualquier cosa". El discurso fundamentalista tanto en occidente como en oriente recurre a las mismas ideas.

En el caso que nos ocupa, no he escuchado o leído entre las injurias de los lideres religiosos de Irán argumento alguno oponible a la crítica de Carla Bruni, seguramente porque no los hay. ¿Bajo qué argumento se puede arguir la superioridad de una tradición que no ha sido matizada por un proceso de secularización e ilustración y que hace sufrir publicamente a personas que en la privacidad no la respetan? Tristemente, en una sociedad dominada por los fundamentalismos, como es la Irán de nuestros días, sólo se puede ejercer la libertad de manera subrepticia, tras el velo que, más que ocultar el rostro incitador al pecado de las mujeres, trata de obstruir la mirada de sus autoridades políticas y religiosas sobre la vida privada de las personas.

La carta inflamatoria y otras iniciativas semejantes representan la universalización de una especie de moral crítica, azote de los usos y costumbres sin sostén racional, puesta en evidencia por la notoriedad de Bruni que utiliza su estatus de celebridad para defendr una causa abrazable por todos. Curioso que en este caso una cantante y modelo tenga más autoridad moral para defender derechos humanos en medio oriente que la mayor potencia del mundo, la cual aún mantiene la pena de muerte como posibilidad sancionatoria.

Creo que tenemos el deber de fomentar la universalización de los derechos humanos y denunciar el fundamentalismo donde quiera que se encuentre, sin importar que líderes religiosos obsoletos y fanáticos de mentalidad caduca se retuerzan a gritos y nos califiquen como patrocinadores o integrantes de un inmenso prostíbulo, que para su angustia, pero beneplácito nuestro, es cada vez más grande.

martes, agosto 31, 2010

Indeciso



domingo, agosto 29, 2010

El mercader de la lectura


Si alguna actividad de comerciar pudiera llegar a considerarse como noble, quizá sería la relacionada con la transmisión de la cultura, con aquellos menesteres que fomentan el conocimiento de las imágenes, obras, ideas y noticias que dejan huella de los hechos que forjan la historia del hombre. Discutible, pero quizá la naturaleza de las mercancías puedan dotar al mercadeo de cierta connotación moral que siempre se le ha regateado. Si el vendedor es además una persona que lucha por salir avante en una vida transcurrida entre obstáculos, tanto de origen externo como interno, más plausible aún.

Es el caso de Don Ricardo, hombre de piel cobriza, dentadura incompleta, calvicie avanzada y de una cara rugosa propia de su edad, que como muchos otros héroes citadinos, en una esquina de Insurgentes Sur en la Ciudad de México, ofrece su mercancía a la vista de todos: publicaciones vanas, noticias, política, imágenes eróticas, ensayos académicos, deportes y literatura, de todo se encuentra en el espacio fugaz que todos los días hace suyo este mercader de la lectura. Pero no sólo dedica sus empeños a la adquisición y enajenación de sus artículos, sino que también practica lo que su actuar induce.

Es usual verlo concentradísimo en las gastadas hojas de un libro vetusto cuyo lomo batalla por mantener unidas las páginas que lo componen, a punto de desparramarse. Al hacerlo se advierte un frenesí semejante al que demuestra al divisarme a la distancia, cliente seguro a final de cuentas, ansioso e ilusionado de recibir de mi parte un pago adelantado por material para leer en los días venideros que le permita contar con algunos pesos más allá de los ingresos producto de las ventas cotidianas.

¿Qué lee con tanto ahínco diariamente? Me atreví a preguntarle después de meses de curiosidad, lee La Biblia y como variación recurre a "literatura de alcohólicos anónimos", respuesta que encapsula su vida, tanto en sus debilidades pasadas, como en sus fortalezas presentes y anhelos futuros.

El mercader de la lectura amerita un resto de vida digno de su esfuerzo por salir adelante, inmerso en las enseñanzas morales e historias fantásticas que constituyen su universo de letras. Probablemente, al emprender su partida, el destino le depare la suerte de reencontrarse felizmente con algunos de los personajes y pasajes literarios que hoy deleitan su vida.

sábado, agosto 28, 2010

Perseverancia

Entre tantas malas noticias que destacan en la prensa, refresca el ánimo enterarse de historias que nos ilusionan con la posibilidad de un final feliz a pesar de la adversidad y de la catátrofe. Es el caso de la trama de los mineros chilenos atrapados en la mina San José que acapara la atención en estos momentos. Inspira saber de la perseverancia, del instinto de superviviencia, de la necedad por aferrarse a la vida que los ha mantenido fuertes cuando es tan fácil ceder a la desesperación. "La esperanza hace que agite el náufrago sus brazos en medio de las aguas, aún cuando no vea tierra por ningún lado." decía Ovidio.

Sólo si se ha estado cerca de la muerte se entiende cabalmente la felicidad y paz que proporciona el caer en cuenta de la posibilidad de seguir viviendo cuando otro parecía ser el destino. Esperemos que el rescate sea exitoso,los mineros han demostrado que vale la pena luchar por ellos.

miércoles, agosto 25, 2010

Matrimonio entre personas del mismo sexo (resolución constitucional)

El caso jurídico que ha resultado más relevante "culturalmente" en este año es el relativo al examen de la constitucionalidad del matrimonio entre personas del mismo sexo y, en su caso, la constitucionalidad o no de que dicho tipo de matrimonios adopten. Creo que el debate en medios pudo haber sido de mayor nivel, y con actores más apegados al sector académico, a organizaciones internacionales de prestigio, o a los mismos participantes de dichas uniones, dando menos relevancia a los estridentes actores traidicionales que parecen gustar tanto a la prensa. En ocasiones parecía tratarse de una competencia de intolerancias entre el alto clero y algunos políticos, más que de un análisis desde el punto de vista constitucional y de los datos que ya proporciona la sociológía, la psicología y la práctica administrativa en nuestro país y el resto del mundo, lo que mucho hubiera enriquecido el conocimiento de la sociedad al respecto. Desde el punto de vista de la Constitución el asunto era de resolución fácil. Más difícil será comunicar en un ambiente de polarización, muchas veces propenso a lo irracional, las razones de fondo que justifican, desde una sociedad que aspire a ser democrática y en consecuencia tolerante, aceptar las repercusiones del fallo y atender las legitimas preocupaciones respecto de su implementación. Ahora bien, hay que reconocer que en México, al igual que en otras naciones, las prácticas democráticas tienen adversarios, muchos de ellos que lo son inclusive sin percatarse de ello a cabalidad, bajo la ilusión de defender valores que les han sido inculcados como parte de una moralidad positiva que lucha por mantenerse sin concesiones; se trata de una disputa cultural, por cierto, que es fenómeno recurrente en la historia universal.

Lo que sigue es una sinópsis de los razonamientos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que pueden encontrarse con mayor amplitud en este lugar y en el sitio oficial de la Corte:
  • El Tribunal en Pleno determinó por mayoría de 9 votos, reconocer la validez de la reforma verificada al artículo 146 del Código Civil para el Distrito Federal, que define al matrimonio como la unión libre de dos personas para realizar la comunidad de vida, en donde ambos se procuran respeto, igualdad y ayuda mutua.
  • Es competencia del legislador ordinario  regular lo relativo a la materia civil, dentro de la cual se comprende la institución del matrimonio, sin que la Constitución lo defina ni limite la función legislativa en ese sentido.
  • El concepto de matrimonio ha evolucionado y superado su concepción tradicional, y en la actualidad se reconoce que en él no únicamente cuenta como elemento importante el de la función reproductiva.
  • El artículo 4o. de la Constitución Federal no garantiza únicamente la protección constitucional para un solo tipo de familia, integrada por padre, madre e hijos, sino que la prevé para la familia como tal; por ello, constituye un deber del legislador atender a la realidad social para buscar la salvaguardia de todo tipo de familia, misma que en la actualidad puede estructurarse de variadas formas. 
  • No es dable sostener que la protección de la familia es exclusiva de una determinada forma de ésta, menos aun que se origine exclusivamente del matrimonio entre un hombre y una mujer, pues con ello se excluye y resta valor a las demás.
  • El artículo 121 de la Constitución establece que los actos del estado civil que se encuentren ajustados a las leyes de una entidad federativa tendrán validez en las demás, lo que implica que todo acto, sea el nacimiento, el reconocimiento de hijos, la adopción, el matrimonio, el divorcio o la defunción, que se registre con observancia de las formalidades que establece la legislación local, tendrá validez en las demás entidades federativas, aun cuando tales actos no se regulen, no lo hagan en forma similar o incluso, lo hagan de manera contraria a los de dichas entidades.
  • No existen argumentos sólidos que desde el punto de vista constitucional pudiesen acreditar que la reforma impugnada fuese inconstitucional y apartada de los principios, valores, derechos y texto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
  • La resolución de este tema debe hacerse destacando el principio del interés superior del niño, y en ese sentido, es compromiso del legislador, por un lado, y del juez correspondiente, garantizar que el procedimiento para autorizar la adopción atienda al pleno respeto de los derechos de la niñez y asegure su mejor opción de vida, sin distinguir respecto de la orientación sexual de la mujer o del hombre solteros solicitantes, o de los matrimonios conformados por personas heterosexuales o del mismo sexo.
  • La orientación sexual constituye sólo una forma de expresión de la naturaleza humana, mas no un elemento que afecte la calidad de una persona y de ahí su calidad de padres. La Constitución consagra el principio de igualdad y prohíbe toda discriminación.