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lunes, febrero 28, 2011

Wikileaks, su relevancia


El Churchill Club, foro de discusión ubicado en el Valle del Silicón, se define a sí mismo de la siguiente manera: "The Club is known for its smart, provocative and often irreverent programs. In addition to a stellar line-up of senior executives, the Club features panel discussions with invaluable information on technology, entrepreneurship, life sciences, business leadership and innovation."

Anexamos un panel organizado por el club, celebrado el pasado 19 de enero, que me parece importante y oportuno: "WikiLeaks: Why it Matters, Why it Doesn't?" Participan los académicos, exfuncionarios, inversionistas y editores siguientes: Daniel Ellsberg, Clay Shirky, Neville Roy Singham, Peter Thiel, Jonathan Zittrain y Paul Jay. En el discuten, entre otras cosas, las implicaciones de Wikileaks para el derecho de acceso a la información, la seguridad y la libertad de expresión.

sábado, febrero 26, 2011

El discurso del tirano: reflexiones schmittianas

Los pensadores sobre la política que se consideran clasicos, así sea uno cuyo "clasicismo" sea tan controvertido  como lo es en el caso de Carl Schmitt, nos proporcionan conceptos y máximas que ayudan a reflexionar sobre los sucesos contemporáneos. Para echar mano en nuestros días de las categorías de Schmitt de manera provechosa, hay que hacerlo bajo una óptica proporcionada por gafas democráticas, salvo que nos contentemos con traerlo a la vida sólo para dejar patente cómo pensaba cierta corriente del derecho constitucional que llegó a simpatizar con la idea del estado total, lo que, en el caso de Schmitt, equivaldría a provocar la lluvia sobre un terreno ya muy mojado. Finalmente, todas las teorias son legítimas y ninguna tiene importancia, decía Borges, lo que importa es lo que se hace con ellas.

En este orden de ideas he de comentar que tuve la oportunidad de ver en tiempo real el discurso de Muammar Gaddafi, pronunciado precisamente en estos momentos en que la moneda que habrá de determinar a las fuerzas que se queden con el poder público en Libia se encuentra rotando por los aires. ¡Quedé estupefacto!

Al hacerlo observo a un viejo militar, pretendido padre de un pueblo y héroe de batallas legendarias, que reclama a sus hijos, repentinamente insomnes, la ingratitud manifiesa al exigirle que se largue. Contemplo a un eterno detentador del poder coercitivo furiosamente desconcertado al percatarse que más allá de dicho mecanismo de fuerza cuenta con pocos argumentos para justificar su permanencia al frente de una nación, a cuya ciudadanía nunca consideró con capacidad de interlocución política y que ahora, insolente, se niega a seguir sujeta a la forma existencial que sus progenitores han interiorizado.

Los reflejos del militar acostumbrado al culto forzado recurren al canto de discutibles glorias del pasado y al cobijo de los pendones oficiales para justificar el ejercicio del poder del futuro, sin percatarse de que los héroes terminan su labor con el reconocimiento a su gesta y los honores temporales que lo acompañan pero que al aspirar a convertirse en dioses vivientes derruyen toda leyenda.

El poder que por años se concentró en Libia no dejó espacio para el conflicto político secundario, por lo que hoy en la disputa todo es vital, los combatientes se juegan la soberanía del estado, la supremacía para determinar lo justo y lo injusto, lo pío y lo pecaminoso, se desvanece sin poder ser asida en estos momentos por nadie. En términos schmittianos esto significa que el estatus político se encuentra en receso, ya que no hay en ese territorio un núcleo de decisión y acción que pueda organizar una unidad política, el ser político desfallece y el plasma desperdigado busca el continente que lo vuelva a configurar y que pueda hacer la distinción entre el amigo y el enemigo, esencia de la existencia política.

El adversario combatiente es el agrupamiento humano que hasta hace poco se identificaba como súbdito pero que ahora reclama su lugar como elemento del estado; en Libia la divergencia política es el enemigo que merece la muerte, así lo dice Gaddafi mientras agita las tablas verdes de la ley y sus intolerantes mandatos, que no expresan más que lo que por años ha sido el producto de su autoritaria voluntad, pero es muy cuestionable que en estos momentos sea su querer el que pueda determinar quien sea el enemigo público, actor antagónico al cual sólo puede tratársele en escena mediante la destruccción. La amalgama social se niega a seguir siendo pasivamente configurada y rechaza las ahora sucias manos del configurador obsoleto y sus irritantes intimidaciones. El cuerpo político embrionario reacciona contra la enfermedad que detecta en el dirigente que lo condena, ¿quién tiene en esta circunstancia excepcional el derecho y la fuerza para decidir de manera definitiva quién es el anticuerpo y quién la enfermedad?

Cuando las palabras que recogen los libros de las leyes son las dictadas por la propia lengua la apelación al derecho resulta evidencia de cínismo. El derecho sin legitimidad sólo es formalidad, expresión de los intereses de los poderosos y, en casos de disolución del estado, técnica de conservación sin organización política del poder. No se acude a las normas para hacer eficaz un orden una vez que éste ha desaparecido, lo que se requiere en estas circunstancias es decisión que implante una nueva ordenación social: "Quien domine el caso de excepción, domina con ello el estado", dice Schmitt.

Mientras al auténtico dictador las formalidades jurídicas le estorban, el tirano recurre a ellas para perpetuarse. Su normativa, propia de una situación de excepción, en Libia ha sido durante la regencia de Gaddafi la normalidad. ¿A qué más puede recurrir para afrontar un caso de excepcionalidad si todas las herramientas del control social las tiene desplegadas desde que accedió al poder? El estado de sitio que se vuelve regularidad, al verse amenazado, no tiene escalones adicionales para elevar el acopio de sus recursos de poder salvo la guerra, que cuando se vuelve en la constante es sinónimo del estado de naturaleza. En tal situación no hay soberano ni estado y sin estado no hay derecho que se pueda esgrimir como directriz, de nuevo toda conducta es válida.

"El contenido de la actividad del dictador consiste en lograr un determinado éxito, algo que poner en obra: el enemigo debe ser vencido, el adversario político debe ser apaciguado o aplastado", afirma Schmitt, sin ambargo, a Gaddafi el apelativo de dictador le queda grande desde hace mucho tiempo sino es que desde siempre, la connotación del término rebasa la moralidad de lo que ha sido su actuar. El verdadero dictador, el caudillo llamado a superar una emergencia que amenaza la preservación de la organización política, no acude a normas generales para justificarse sino a la eficacia de su actuar, siempre constreñido a la estricta temporalidad que requiere el estado de necesidad. En Libia no  ha existido dictadura, hubo golpe de estado, tiranía y ahora guerra civil. El dictador tiene a la ruina social como adversario, aquí la crisis es causada por el gobernante vitalicio, la solución a su existencia problemática vendrá de sus adversarios al derrocarlo, de la escisión territorial del estado o de la imposición de una paz teñida de sangre que restaure la tiranía.

Para Carl Schmitt lo irracional terminará por ser instrumento de lo racional; en esta disputa el antiguo rebaño y la mayoría de los observadore acusa de locura al pastor intransigente que con su bastón lanza golpes que ya no intimidan a los resueltos. En el territorio libio no hay racionalidad de estado, ni tecnicidad ni ejecutividad, las tres vías de la auténtica dictadura, sólo se perciben dos pulsiones antagónicas, rencorosas: "me quedo", por un lado, y "lárgate", por el otro, y sin la presencia de la razón no se infiere la posibilidad de un espacio para la negociación.

La coexistencia de dos soberanías en un mismo territorio es imposible, una de ellas será el enemigo interno, conforme a determinación posterior al conflicto, la otra aspirará a ser heredero legítimador de Leviathan y librar a Libia del caos. El juego de máscaras se está desarrollando ante nuestra mirada. Hay fuerza bruta desperdigada por doquier, aspiraciones de libertad revueltas con intereses, cobardes durante años, ahora convenientemente revolucionarios, propaganda de ambos lados y toma de partido por parte de los espectadores de la tragedia, pero ninguno de los extremos puede proclamarse aún soberano e imponer el criterio que decida la circunstancia.

En Libia no se aprecia una lucha de ideas, hay negación de contrarios que sólo puede resolverse mediante la eliminación de uno de ellos, la victoria, si es definitiva, tratará de legitimar al victorioso. En revolución el derecho lo establecen los triunfadores, así hayan sido previamente calificados como sediciosos. En ella hay disponibilidad para morir en el afán de destruir a los hombres que están de parte del enemigo, con el fin último de trastocar los fundamentos jurídicos y resortes de poder del estado, según convenga a los vencedores.

No se trata de un problema de justicia o de moral, simple, pero también gravemente, es un problema de estado y "... si no hay estado posible, hablar de valores como la justicia es ocioso e imposible.", nos recuerda Schmitt. Los precedentes en la historia por la lucha del poder valen políticamente no por la naturaleza de los medios utilizados sino porque triunfaron y se justificaron: "Quien produce la tranquilidad, seguridad y orden es soberano y tiene toda la autoridad."

En este orden de ideas se ve muy difícil la recuperación de la autoridad por parte del megalómano que grita "Libia soy yo", "la revolución soy yo", "el pueblo soy yo", mientras recibe el repudio tanto en el espacio interior, cuya distribución y acomodo político no puede hacer más, como la condena de las fuerzas exteriores que trabajan para construir un nomos de la tierra bajo cuyas premisas morales se exige su expulsión y la de sus semejantes del gobierno sobre seres humanos.






jueves, febrero 24, 2011

Preferencias librescas iberoamericanas


Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído, decía Jorge Luis Borges y espetaba: ¡Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mi me enorgullecen las que he leído! Coincide con la anterior idea Joseph Epstein, para quien "La biografía de cualquier escritor debería ocuparse extensamente de lo que leyó y cuándo lo hizo, porque en cierto sentido, somos lo que leemos."

Otra vez la última parte: "somos lo que leemos". En efecto, el desfile de letras y símbolos que pasa frente a nuestros ojos influye en nuestra forma de ser. La moraleja de un cuento, la intriga y suspenso de una narración, alguna proeza histórica, el sentimiento que nos transmite un verso, la personalidad descollante de los seres ficticios de una novela, la frase profunda que no podemos evitar subrayar o anotar en algún lugar, todos ellos pueden llegar a convertirse en compañeros de viaje y guiar por siempre nuestras vidas.

Si intentamos responder a la eterna pregunta del ser humano “¿Quién soy?” bien podríamos cambiar la pregunta a “¿Qué he leído?” para poder dar respuesta a la pregunta original, nos dice con muy buenas razones Héctor Méndez:
Somos lo que pensamos, somos las acciones que ejecutamos en un mundo social, somos las ideas religiosas o filosóficas que sostenemos, somos los principios éticos bajo los cuales vivimos, somos las habilidades que demostramos en el mundo, somos los sentimientos que se generan en el cerebro al recibir el impacto del mundo, somos consumidores infatigables de productos perecederos y servicios y recursos… y la lista puede seguir inexorable generando más y más ejemplos de lo que somos.
Sin negar el impacto del proceso de socialización, de la propaganda y medios audiovisuales, de una manera u otra, al profundizar sobre las ideas y principios más elevados que nos hacen diferenciarnos y adquirir una personalidad propia, todo nos regresa, de una u otra forma, a la lectura.

Este repaso sobre la lectura y su influencia se impone al observar lo que se afirma en dos fuentes (Radiobiobio y Milenio) ambas con datos obtenidos por la AFP, que nos informan sobre los libros más vendidos durante el primer bimestre del año en diversos países de iberoamérica. Así, tenemos que en Chile los libros que aparecen en primer lugar son El sueño del Celta y Comer, rezar, amar; en Venezuela La rebelión de los náufragos y El profesor; en España El bolígrafo de gel verde y El ángel perdido; en Argentina El cementerio de Praga y Los padecientes. Es de mencionarse que El cementerio de Praga, El sueño del celta y Comer, rezar y amar aparecen con ventas destacadas en aquellos países donde no encabezan las listas. 

¿Qué es lo que se ha comprado más en México, nuestro querido México, tierra de Octavio Paz y de Alfonso Reyes? Este es el único caso en que ambas listas (que se refieren a períodos distintos) guardan plena concidencia, hay un campeón indiscutible que a diferencia de los otros países nada tiene que ver con la literatura, el libro que más han consumido los mexicanos se llama Los señores del narco.

Independientemente del mucho o poco valor periodístico del libro referido ¿qué nos dice tal preferencia sobre el público lector mexicano?, ¿estamos tan alertas frente a la inseguridad que preferimos gastar nuestro dinero y rmomentos de esparcimiento en una continuación de las noticias cotidianas sobre una opción literaria?, ¿se trata de una especie de aleación de masoquismo y morbo? Si es verdad que somos lo que leemos afortunadamente los mexicanos leemos muchas otras cosas (aunque quizá no lo suficiente para Librerías Ghandi). Esto es importante si tomamos en cuenta que Miguel de Unamuno otorgaba a la lectura acumulada una función defensiva, de protección frente a la propia lectura de último momento al decir lo siguiente: "Cuando menos se lee, más daño hace lo que se lee". Nota: la caricatura de Unamuno es autoría de Cassio Loredano y la encontramos en este lugar.

martes, febrero 22, 2011

Beethoven y Pérez Prado en Japón

Democracia y oligarquía

Para Aristóteles la igualdad democrática fundada por la ley significa que los pobres no tendrán derechos más extensos que los ricos y que ni unos ni otros serán exclusivamente soberanos, sino que lo serán todos en igual proporción. Por tanto, si la libertad y la igualdad son las dos bases fundamentales de la democracia, cuanto más completa sea esta igualdad en los derechos políticos, tanto más se mantendrá la democracia en toda su pureza.

Por el contrario, la oligarquía consiste en la fijación de un censo electoral (requisitos para que la población cuente con derecho al voto) bastante alto, para que los pobres, aunque estén en mayoría, no puedan aspirar al poder, abierto sólo a los que poseen los ingresos fijados por la ley. Si la elección de los funcionarios públicos ha de recaer exclusivamente entre los incluidos en el censo, la institución parece más bien aristocrática y es oligárquica cuando el círculo de la elección es limitado. Otra especie de oligarquía se funda en la sucesión, a manera de herencia, en los empleos y funciones que pasan de padre a hijo. También estamos frente a una oligarquía cuando la soberanía es de los titulares de las magistraturas o autoridades, la cual sustituye al reinado de la ley. Esta última forma se corresponde perfectamente con la tiranía y también puede llamársele gobierno de la fuerza.

Muchas veces, advierte Aristóteles, aunque la constitución legal sea más bien democrática, la tendencia de las costumbres y de los espíritus es oligárquica, casi siempre el resultado de una revolución, no obstante, en ocasiones el movimiento oligárquico evita hacer innovaciones bruscas, prefiriendo contentarse con usurpaciones progresivas y de poca consideración; se dejan en pie las leyes anteriores pero los jefes de la facción oligárquica no son por eso menos dueños del Estado.

Lo anterior viene a la mente después de leer la columna del Premio Nobel de Economía Paul Krugman denominada Wisconsin Power Play, en la cual reflexiona sobre lo que en el fondo está en juego en el desafío político que se libra en el congreso de dicho estado entre el gobernador y sus aliados, por un lado, y el movimiento sindicalista y los suyos, por el otro:
For what’s happening in Wisconsin isn’t about the state budget, despite Mr. Walker’s pretense that he’s just trying to be fiscally responsible. It is, instead, about power. What Mr. Walker and his backers are trying to do is to make Wisconsin — and eventually, America — less of a functioning democracy and more of a third-world-style oligarchy.
Dicho intento, vaticinado por el filósofo de Estagira, ya lleva gran parte del trecho recorrido en el mundo de la realpolitik estadounidense:
In principle, every American citizen has an equal say in our political process. In practice, of course, some of us are more equal than others. Billionaires can field armies of lobbyists; they can finance think tanks that put the desired spin on policy issues; they can funnel cash to politicians with sympathetic views (as the Koch brothers did in the case of Mr. Walker). On paper, we’re a one-person-one-vote nation; in reality, we’re more than a bit of an oligarchy, in which a handful of wealthy people dominate.
Si el gobernador Walker y sus simpatizantes no esgrimen otro argumento que el mero equilibrio presupuestario, para lo cual no se requiere afectar la capacidad de negociación colectiva de las uniones de trabajadores, Aristóteles daría, sin duda, la razón a Krugman.

lunes, febrero 21, 2011

Presidentes


Hoy se celebra en Estados Unidos el Día de los Presidentes. A este respecto H.L. Menken, en su blog The Monkey Cage, revive una gráfica en la que se muestra el análisis de historiadores y especialistas  respecto de los presidentes de dicha nación que se considera desempeñaron de mejor manera su responsabilidad:
 
No es de mi conocimiento algún análisis semejante respecto de los presidentes mexicanos, quizá seria interesante intentarlo. Adelantándome a tal ejercicio en mi opinión Benito Juárez tendría un lugar relevante; me intriga conocer el lugar que se depararía a Porfirio Díaz y, finalmente, creo que de los recientes Ernesto Zedillo no saldría tan mal librado.

Lo que sí encontré es el resultado de la última encuesta de la empresa Consulta Mitofsky (octubre de 2010) respecto al nivel de aprobación de la gestión de los presidentes del continente, que desde luego es radicalmente distinta al estudio citado, no corresponde al juicio de especialistas en historia o ciencia política y debe verse con muchas salvedades. Hay omisiones relevantes, como lo serían el caso de Venezuela y Cuba, además de que no se cuenta con información de varios países del Caribe y algunos de los mandatarios objeto de la encuesta ya terminaron su encargo.
Brasil
Luiz Ignacio Lula
78%
El Salvador
Mauricio Funes
75%
Colombia
Juan M. Santos
74%
Panamá
Ricardo Martinelli
69%
Uruguay
José Mujica
63%
Honduras
Porfirio Lobo
60%
Chile
Sebastián Piñera
56%
México
Felipe Calderón
55%
Costa Rica
Laura Chinchilla
54%
Ecuador
Rafael Correa
53%
Dominicana
Leonel Fernández
49%
Bolivia
Evo Morales
46%
Guatemala
Álvaro Colom
46%
Estados Unidos
Barak Obama
45%
Argentina
Cristina Fdez.
36%
Nicaragua
Daniel Ortega
32%
Canadá
Stephen Harper
32%
Perú
Alán García
31%
Paraguay
Fernando Lugo
31%

domingo, febrero 20, 2011

Soros, Murdoch y las máximas orwellianas

George Orwell siempre se mostró consternado por la facilidad con la cual los poderosos podían rehacer la historia, sustituyendo la realidad efectiva de las cosas por falsedades y mitología, esta circunstancia le parecía más terrible que la amenaza de las bombas. El lenguaje político, decía el autor de 1984,, está diseñado para hacer que las mentiras suenen veraces y el homicidio respetable, por lo que, en tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario para hacernos ver lo que está delante de nuestros ojos, para desterrar las falsedades del presente que borraron previamente las verdades del pasado. En este orden de ideas los libros y la información siempre son molestos para los sectarios y tenaces administradores que componen la élite “intelectual” y mediática del “Ministerio de la Verdad”, que pretende controlar la escritura de la historia y que confinan al silencio y al olvido a todo aquel que no comulgue con el discurso dominante.

Orwell, desde luego, pensaba en los gobiernos totalitarios de la mitad del siglo XX al escribir  sus obras, al representar dichas organizaciones estatales la más acabada maquinaria de poder e influencia ideológica que conocía, no obstante, es legítimo inferir que sus advertencias serían igual de pertinentes para otro tipo de poderes distintos al de los gobiernos pero que detentan una influencia quizá mayor sobre la psique descuidada de las personas, me refiero a los imperios mediáticos.

George Soros, en reciente entrevista evoca precisamente a Orwell al ser cuestionado respecto a la poderosa fábrica de antiintelectualismo e ideología reaccionaria que, disfrazada de servicios noticiosos, ha construido Robert Murdoch, principalmente en Estados Unidos e Inglaterra. La suya se une a otras voces que cada vez con mayor decisión se atreven a denunciar y desnudar la infinita manipulación del gigante de medios impresos y de la televisión por cable.
 

sábado, febrero 19, 2011

La reconstitución del espectro político

Llama la atención a la opinión pública estadounidense la fuerza de las manifestaciones de trabajadores al servicio del estado de Wisconsin en contra de la iniciativa del gobernador que, además de disminuir beneficios en materia de pensiones y otras prestaciones, pretende restringir los alcances de la negociación colectiva de los sindicatos. Esto se refleja en el siguiente comentario de Michael Cooper y Katharine Seelye en el New York Times:
The images from Wisconsin — with its protests, shutdown of some public services and missing Democratic senators, who fled the state to block a vote — evoked the Middle East more than the Midwest.The parallels raise the inevitable question: Is Wisconsin the Tunisia of collective bargaining rights? 
El argumento ofrecido es la necesidad de aliviar el déficit  que aqueja a las finanzas públicas locales, desequilibrio presupuetario que según los críticos el propio gobernador impulsa al otorgar privilegios fiscales a empresas, como apunta Ezra Klein:
More than half of the lower estimate ($117.2 million) is due to the impact of Special Session Senate Bill 2 (health savings accounts), Assembly Bill 3 (tax deductions/credits for relocated businesses), and Assembly Bill 7 (tax exclusion for new employees). In English: The governor called a special session of the legislature and signed two business tax breaks and a conservative health-care policy experiment that lowers overall tax revenues (among other things). The new legislation was not offset, and it helped turn a surplus into a deficit. As Brian Beutler writes, "public workers are being asked to pick up the tab for this agenda."
Con un presidente que después de las elecciones intermedias se ha inclinado al centro del espectro político, con un partido republicano a su derecha, con un grupo afín a este partido, con gran capacidad de movilización,  más radicalizado, cuya base siempre ha existido pero que ahora se presenta revitalizada y con el apoyo de las grandes corporaciones bajo la denominación Tea Party, el eje del debate político estadounidense se ha traslado notoriamente hacia la derecha y aparentemente con la participación exclusiva de los tres bloques de influencia citados.

Desde luego que no era la intención del gobernador Scott Walker despertar, probablemente a nivel nacional, a un adversario político que se encontraba en hibernación, sin embargo es probable que su iniciativa sirva para galvanizar al movimiento sindicalista estadounidense y para que el partido demócrata se vea legitimado a reinstalar en la agenda pública las necesidades de los sectores más a la izquierda del espectro político, así se les llame por la extrema derecha "socialistas", a lo que podrían responder llamándoles a la vez "fascistas" o "títeres del gran capital". Si esto es así se agudizará sin duda la polarización del debate, pero el resultado es que se tendrá que convidar a la mesa de negociación a actores políticos cuya existencia se pretendía, por conveniencia o pragmatismo  ignorar.

viernes, febrero 18, 2011

La momia incómoda


A pesar de tener 4000 años de antigüedad aún conserva pestañas, cabellos y las facciones finas de su rostro, inclusive se percibe el encanto de lo que pudo haber sido su mirada, es "La belleza de Xiaohe", encontrada junto con los restos de otros que fueron sus contemporáneos en Tarim Basin en el desértico oeste chino. Sus rasgos caucásicos, así como la ropa que usaba, sugiere que los habitantes originarios de la región vinieron de Europa y que se establecieron miles de años antes que los provenientes de Asia, lo que no se aviene bien con la versión de la historia oficial china que sostiene que el contacto cultural con el oeste se dio apenas en el año 200 antes de cristo a efecto de fraguar una alianza contra los hunos, ni con los primeros resultados de los exámenes de DNA llevados a cabo en universidades chinas, que han sido controvertidos por exámenes posteriores que apuntan a un linaje producto de habitantes de Europa del Este y Siberia.

Que en la región existan inquietudes separatistas de movimientos turcos, que consideran a los chinos como "invasores", agrega un elemento político explosivo a la situación. Esto ha provocado que la momia, a pesar de su belleza milenaria, haya sido retenida, junto con otra, seguramente igualmente "perturbadora", por instrucciones del gobierno chino, lo que impediría su muestra  en la exhibición denominada "Secrets of the Silk Road" en el Museo de Arqueología y Antropología de la Universidad de Pennsylvania. Gestiones desesperadas de última hora ante la embajada china al parecer han logrado que las momias "impertinentes" puedan ser exhibidas, sólo por tres semanas, en compañía del resto de sus compañeros y de los artefactos que utilizaban en vida.

jueves, febrero 17, 2011

Mapa de la censura

Este mapa muestra el grado de supervisión o censura que los gobiernos del mundo ejercen sobre internet, desde aquellos en los que no se aprecia censura hasta aquellos en los que existe una censura omnipresente. Fue elaborado por OpenNet con la colaboración de la Universidad de Toronto y la Harvard Law School.

Entre los países libres de censura se encuentra México, algunos otros de latinoamérica y varios de África; los que ejercen mayor censura son China y varios de medio oriente. Esto debe analizarse con ciertos matices, ya que parte del control que varias naciones ejercen sobre internet tiene que ver con los esfuerzos gubernamentales para combatir la pornografía infantil y la piratería, así mismo, en lugares donde existe menor alcance en la prestación del servicio su influencia y, en consecuencia, las razones para que un gobierno se vea tentado a controlarlo, disminuyen. No obstante, no todo el control que se ejerce sobre internet obedece a razones encomiables, por ejemplo, los sitios que son más proclives a ser censurados por los gobiernos son los blogs de opinión política.

Los motivos esgrimidos para justificar la censura a internet son, de manera particular o conjunta: mantener los valores sociales tradicionales (Sudán, Singapur, Reino Unido), salvaguardar la estabilidad política (Libia, Jordania, Azerbayán) y mantener la seguridad nacional (India, EEUU, Marruecos). Esto se refleja de manera más detallada en la imagen que sigue.


El fundamentalismo farsante

El gobierno de Irán pretendió interpretar los movmientos ciudadanos en Egipto y Túnez como una revuelta de inspiración islámica, como se desprende de las declaraciones del ayatollah Ali Khamene:
"Lo que está ocurriendo en Egipto y lo sucedido en Túnez constituyen una señal del despertar islámico en el mundo... No retrocedan antes de haber instaurado un régimen popular basado en la religión islámica... El despertar de un pueblo es una guerra entre dos voluntades, la voluntad del pueblo y la voluntad de los enemigos del pueblo."
Por su parte, el presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, predijo que Medio Oriente pronto quedaría libre de Estados Unidos y de Israel, luego del levantamiento popular en Egipto: "La nación iraní es su amiga y tienen el derecho de elegir libremente su camino. Irán apoya ese derecho." agregó en discurso conmemorativo del trigésimo segundo aniversario de la Revolución Islámica, mientras una multitud coreaba gritos de "muerte a Mubarak".

Días después, miles de manifestantes cantaron una consigna similar: "muerte a los dictadores", pero esta vez dirigida contra el gobierno iraní que acaba de presenciar las mayores protestas desde 2009. La reacción oficial frente a estos acontecimientos los desnuda como unos embusteros e ignorantes; Ahmadinejad advirtió,  al ser interrogado sobre las marchas convocadas por la oposición y reprimidas con dureza por las fuerzas de seguridad: "Es normal que el pueblo iraní tenga enemigos, ya que es un país que quiere brillar, llegar al éxito y cambiar el sistema de relaciones en el mundo... Claramente existe una gran animadversión, incluso contra el mismo Gobierno. Pero no podrán lograr sus objetivos."

"Estos señores... cayeron en la trampa de Estados Unidos. El Parlamento condena esta acción estadounidense-sionista, antirrevolucionaria y antiiraní de los sediciosos", declaró el presidente de la Cámara iraní, Alí Larijani. "¿No deberían arrepentirse después de haber visto que EE UU, el régimen sionista, los ýmonafeghinesý (hipócritas) y las monarquías apoyaban su acción?", añadió, al anunciar la creación de un comité para "examinar este movimiento contrarrevolucionario". Los miembros conservadores del Parlamento piden que se juzgue a los líderes de la oposición: "Mehdi Karroubi y Mir Mussein Moussavi son corruptos en la tierra y deben ser juzgados", escribieron en un comunicado distribuído a sus compañeros mientras coreaban "muerte", "muerte".

A diferencia de Túnez y Egipto, donde los militares decidieron no disparar contra los ciudadanos, el monopolio de la fuerza en Irán lo ejerce la Guardia Revolucionaria, una especie de Ejército ideológico-religioso cuya fidelidad al régimen se considera sólida. Nota: la caricatura es de Jimmy Margulies.

miércoles, febrero 16, 2011

Miedo a la democracia


¿Se puede profesar amor por algo, fijarlo como modelo y al mismo tiempo tenerle terror? La congruencia indica que no pero, al igual que los políticos chinos, libios, árabes, argelinos, iraníes y otros autócratas, la derecha norteamericana se encuentra "lost in translation" respecto de los acontecimientos en Egipto, lo que pone al partido republicano sin una postura congruente, o de plano reaccionaria, frente al movimiento cívico.

Por ejemplo, el representante por Michigan Thaddens McCotter sin ofrecer argumentos en favor de su tesis, sostiene lo siguiente:
"The Egyptian demonstrations are not the equivalent of Iran's 2009 Green Revolution. The Egyptian demonstrations are the reprise of Iran's 1979 radical revolution... Thus, America must stand with her ally Egypt to preserve an imperfect government capable of reform; and prevent a tyrannical government capable of harm."
El discurso de la libertad pierde su lustre cuando los procesos políticos sólo son aceptables bajo la premisa de que reproduzcan el status quo, se trataría de una libertad condicionada y de una práctica de la política estéril. El temor al cambio privilegia más una actitud propia del conservadurismo que una doctrina democrática. Si a estas fobias se agrega un discurso que propugna una política exterior de fuerza, se vuelve turbio el entendimiento, como acontece al aspirante a la candidatura presidencial republicana Tim Pawlenty:

So when the United States of America projects its national security interests here and around the world, we need to do it with strength! We need to make sure that there is no equivocation, no uncertainty, no daylight between us and our allies around the world. The current administration doesn’t seem to understand this principle. We undermine Israel, the U.K., Poland, the Czech Republic, and Colombia, among other friends. Meanwhile, we appease Iran, Russia, and adversaries in the Middle East, including Hamas and the Muslim Brotherhood. Mr. President, with bullies, might makes right. Strength -- makes them submit. Get tough on our enemies — not on our friends. And, Mr. President, stop apologizing for our country. The bullies, terrorists and tyrants of the world have lots to apologize for. America does not.

La filosofía democrática no es compatible con la intolerancia, que se escoge como opción por Charles Krauthammer: "... under no circumstances should a presidential spokesman say, as did Robert Gibbs, that the new order "has to include a whole host of important non-secular actors." Para esta forma de pensamiento existen manifestaciones políticas exóticas que deben ser proscritas, a pesar de que se manifiesten por un gobierno secular y de libertades:
As the states of the Arab Middle East throw off decades of dictatorship, theirdemocratic future faces a major threat from the new totalitarianism: Islamism. As in Soviet days, the threat is both internal and external. Iran, a mini-version of the old Soviet Union, has its own allies and satellites - Syria, Lebanon and Gaza - and its own Comintern, with agents operating throughout the region to extend Islamist influence and undermine pro-Western secular states. That's precisely why in this revolutionary moment, Iran boasts of an Islamist wave sweeping the Arab world.
¿Cual sería la diferencia en términos democráticos si los proscritos por el gobierno de Josni Mubarak se mantienen en tal estado en el nuevo Egipto? Lo importante es el establecimiento de los principios sobre los que se habrá de construir una nueva constitución, la forja de instituciones que garanticen los derechos ciudadanos y de grupo, el acuerdo de reglas que no hagan depender la vigencia de las libertades del ánimo del gobernante en turno, por muy democrática que haya sido su elección.

Frente a la pregunta de si se podía ser tolerante con los intolerantes Hans Kelsen no dudó en afirmar que en democracia así debía ser, que la manutención y defensa de un régimen que no puede soportar la crítica de sus principios no vale la pena. La intolerancia, la discriminación y el fanatismo político debe ser combatido pero no con la proscripción y el encierro, el racionalismo no puede recurrir al acallamiento de las voces. Exhibir la sinrazón es un camino más arduo, desde luego, pero si no se está dispuesto a recorrerlo nada diferenciaría un sistema político democrático de una simulación autoritaria, a pesar de que existan muchos que no lo comprendan o que, comprendiéndolo, se niegan a aceptarlo.

El pluralismo es una creencia de valor, presupone e implica tolerancia. La libertad política implica una coexistencia y empatía de nuestra libertad con la de otras sociedades y, en congruencia, una resistencia a avalar la falta de libertad, en donde quiera que se encuentre. La democracia y los demócratas confían en los ciudadanos, la juventud egipcia ha mostrado a un grupo amplio de personas que quieren ser ciudadanos, por ello merecen nuestro respaldo sin condiciones.

martes, febrero 15, 2011

La entrevista


Fox News ha forjado una muy merecida fama de ser una canal de noticias parcial a la derecha de los Estados Unidos, la cual le ha correspondido gustosamente haciendo de sus programas de discusión y de aquellos relacionados con los eventos noticiosos de los más exitosos de la televisión por cable. En consecuencia, uno de los tópicos favoritos de los conductores de la cadena es desde luego la presidencia de Barack Obama, blanco favorito de su crítica, en ocasiones inclusive distorsionando y sacando groseramente de contexto los hechos, lo que ya ha sido observado por los simpatizantes del partido demócrata que han montado una robusta campaña para atacar la credibilidad del canal de Robert Murdoch.

Así las cosas, resulta muy interesante que el presidente de Estados Unidos halla decididio dar una entrevista, acontecimiento raro en sí, precisamente a Fox News, previamente al Super Bowl. Las preguntas estuvieron a cargo de Bill O´Reilly, uno de los más conspicuos críticos de la administración Obama, en lo que parece ser una interesante estrategia de ambos lados: para el presidente demostrar que no es un radical y que puede acercarse a discutir con quienes representan los interesas ubicados más a la derecha del espectro político, inclusive que no tiene miedo de tratar de atraer a su causa a quienes pudieran ser más los moderados entre los clientes habituales de Fox News; de parte de la televisora, mostrarse como una canal con credibilidad, que escucha de manera balanceada a todas las corrientes participantes del debate político y mostrar, a propios y extraños, que pese al torrente de críticas a que está sometido posee la suficiente influencia como para lograr una exclusiva de primer orden, inclusive de parte Barack Obama, de quien son furibundos denostadores.

La entrevista trata de varios temas, pero en congruencia con lo señalado destaco el cuestionamiento hecho al presidente en el cual, con tendencioso interés, O´Reilly le cuestiona: ¿qué se siente ser tan odiado por tanta gente? (no aclaró el entrevistador que gran parte de esa gente son fieles seguidores de su programa). El presidente le respondió, en elegante alusión indirecta, lo siguiente:
The people who dislike you don't know you. The folks who hate you, they don't know you... What they hate is whatever funhouse mirror image of you that's out there. They don't know you. And so, you don't take it personally.
Bajo cualquier circunstancia, la entrevista fue bien hecha y ambos participantes mostraron una gran habilidad.


lunes, febrero 14, 2011

She



She who makes me stronger when i am weak
who gives me reason to persist
when all around me seems to turn so very bleak
she the one i fail to recognize
whenever she is by my side
guiding the sad walk of my life
giving me hope that i' ll survive

domingo, febrero 13, 2011

La noche del león


Esta fotografía de Martin Dohrn muestra a un grupo de leones durante sus actividades nocturnas. La imagen se capturó recurriendo sólo a la luz natural utilizando una tecnología llamada "Starlight Camera" (cámara de luz de estrellas). La toma es parte de una serie de fotografías y filmaciones para un documental que se denominará The Night of the Lion y fue lograda en Masai Mara, Kenya.

sábado, febrero 12, 2011

Manual de supervivencia del dictador del siglo XXI


Al observar la reacción de Abdelaziz Bouteflikai en Argelia, según reporta The Telegraph, y hacer un breve recuento de las medidas que se tomaron en Túnez y Egipto previamente a la caída de dichos regímenes, presentamos los siguientes puntos que podrían representar el manual de supervivencia de un dictador para afrontar, gradualmente, manifestaciones ciudadanas en nuestros días:
  1. Si áun no cuenta con ellos, declare estado de emergencia y otórguese poderes de excepción.
  2. Interrumpa o entorpezca las  operaciones de los provedores de servicios de internet y de telefonía celular.
  3. Acceda a cuentas de Facebook y Twitter y elimínelas.
  4. Bloquee los accesos a las ciudades que cuentan con plazas en las que pudieran llevarse a cabo manifestaciones.
  5. Interrumpa los servicios de transporte público.
  6. Intimide y obstruya el trabajo de reporteros extranjeros, especialmente de aquellos que cuentan con cámara de video y fotografía.
  7. Decrete aumentos a los salarios y otorgue subsidios.
  8. De ser el caso, declare que no volverá a reelegirse para un nuevo período de gobierno y prometa reformas para otorgar libertades.
Hasta ahora, dicho manual ha resultado ineficaz y su mero empleo es indicador de un déficit de legitimidad y miedo de un gobierno autoritario a la capacidad de las personas para organizarce y expresar sus ideas. En última instancia los factores determinates parecen ser dos: a) la atención y juicio de la opinión pública internacional sobre los acontecimientos y b) la disposición o no de las fuerzas armadas para reprimir a la ciudadanía.

viernes, febrero 11, 2011

Umberto Eco y la libertad de prensa

El autor de El nombre de la rosa se muestra triste, "será el pesimismo de la edad tardía" y crítico, aunque él dice (sarcásticamente) "perplejo", por el hecho de que se le invite a participar en un número de la revista Le Figaro dedicado a la libertad de prensa; su diagnóstico ante la situación que en su país ha provocado  la necesidad de tal iniciativa es implacable:
Lo que quiero decir es que cuando alguien tiene que intervenir para defender la libertad de prensa eso entraña que la sociedad, y con ella gran parte de la prensa, están enfermas.
Entre otras cosas, esto es así ya que, continúa Eco: "En las democracias que definiríamos “vigorosas” no hay necesidad de defender la libertad de prensa porque a nadie se le ocurre limitarla."