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miércoles, mayo 16, 2012

Zapatos viejos



Esta ha de ser la primera vez que tomo una fotografía a zapatos. En este caso se trata de un par que me fue especialmente fiel. Se trata de unos zapatos que fueron muy cómodos, como los que más, que no presentaron problemas para ser amoldados, y que adquirí un día después de salir de un hospital en el que estuve internado por complicaciones importantes de salud, por lo que tienen su simbolismo, representaban para mí un nuevo inicio, "pisando fuerte" como dice la canción.

Haciendo cuentas observo que la fotografía debe ser de aproximadamente dos años después de que fueron adquiridos; no recuerdo zapatos de uso diario que hallan tenido conmigo dicha longevidad y la verdad es que no quería deshacerme de ellos, seguían siendo cómodos y sus suelas y tacones, como no tenían rastros de madera o piel, sino que eran completamente de hule o goma antiderrapante, no anunciaban hoyos u otras señales de un desgaste propio del final de un camino, sin embargo la piel en la parte exterior ya se veía muy debilitada, pronta a partirse en los contornos y pliegues como puede observarse. Al darles bola era notorio que los zapatos ya se habían adherido al tamaño de mi pie de tal manera que se apreciaba descaradamente la distancia entre el espacio que ocupaban los dedos y la punta del calzado, circunstancia que ya les había dado una ligera apariencia de babuchas de duende. Por dentro había llegado el desastre, que tenía solución, no obstante el aspecto y condiciones externos exigía el reemplazo. Tienen como herederos a un nuevo par que es idéntico a ellos, pero con plena lozanía y listos para incrementar el prestigio del linaje proporcionado por sus padres. ¡Rindo tributo a mis viejos zapatos!, en verdad se trató de un par excepcional.

No soy el único en mostrar cierto apego hacia zapatos que llegan al fin, Frankie Laine en los años cincuenta cantaba una historia de zapatos viejos que eran capaces de volar a alguna nube privada, Laine se dedicaría después, en San Diego, a apoyar a asociaciones de beneficiencia que privilegiaban la obtención de zapatos viejos para donación. George Harrisson, en sus tiempos con los Beatles, compuso una pieza denominada Old Brown Shoe; otra canción conocida, de carácter más festivo, se refiere  también a los zapatos, en esta ocasión como pieza indispensable en el baile, se trata de la versión de KC & the Sunshine Band llamada Boogie Shoes. Una canción relativamente oscura de Depeche Mode que se ha convertida en una de las esenciales de mi lista es Walking in my Shoes (no seré el único que descubre piezas "nuevas" entre las que son en verdad viejas pero que han pasado inadvertidas). Adam Ant, Elton John, Paul Simon y, más recientemente, Artic Monkeys, también han compuesto canciones en las cuales el zapato es elemento central.

Toda vez que el origen de la fotografía con el que inicia esta entrada es un sentimiento de nostalgia, elegí una canción de ese tenor para acompañarla. Es un cover realizado por Nigel Olsson a una pieza original de Faith Band, una canción romántica, algunos dirían melosa o cursi, de tiempos de secundaria. Cabe mencionar que Olsson fue baterista en la banda con la cual Elton John se dio a conocer y saltó a la fama, estamos hablando de los primeros cinco o seis discos del ícono inglés. Además de tocar la batería Olsson participaba en los coros, desde mi punto de vista legendarios, por lo que se dice que contribuyó a generar el sonido que distinguiría la música de Elton John; como muestra de lo anterior se pueden escuchar las clásicas canciones contenidas en el albúm Goodbye Yellow Brick Road (Harmony, Funeral para un amigo, Candle in the wind, Bennie and the Jets, la píeza que da título al album, etc.) Así que, en honor a mis zapatos viejos, Put on your dancin shoes: