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domingo, septiembre 04, 2011

Harold Bloom y el Imperio Americano


Harold Bloom, inspirado en la lectura de Edward Gibbon, parece dar la espalda al estado dominante de la discusión política en Estados Unidos, en reflexión cuyas ideas anota Eduardo Lago para El Páis, en La caída del Imperio Americano:
Lo lamento, pero no me queda más remedio que denunciar a los Estados Unidos. El libro de Gibbon es un texto profético, que encierra un diagnóstico perfectamente aplicable a lo está ocurriendo hoy en mi país. Se podría titular Declive y caída del Imperio Americano... Nuestros emperadores más recientes, salvo Obama, que es una víctima impotente de las circunstancias, como el resto de los ciudadanos, están cometiendo los mismos errores que cometieron los últimos emperadores romanos. Bush padre e hijo actuaron haciendo gala de un estilo que parece calcado del de los últimos emperadores romanos, emprendiendo guerras irresponsables abocadas a la derrota y la catástrofe...
Para Bloom, la lectura de Gibbon debiera ser obligatoria en su país, ahogado en una discusión anti-intelectualista, impulsada por el protagonismo de grupos que rozan el fanatismo en una atmósfera de efervescencia electoral:
Gibbon atribuye la caída de Roma al alza de la fe cristiana y la adopción oficial del cristianismo por parte del Imperio. Hoy día Europa, al margen de espectáculos como la reciente visita del Papa a España, es una sociedad casi enteramente secular. La única nación del hemisferio occidental que no se ha emancipado de la fe cristiana son los Estados Unidos, lo cual nos lleva directamente al argumento de Gibbon. Estados Unidos está viviendo un momento histórico terrible, con fenómenos como el llamado Tea Party, que no es ni más ni menos que un partido fascista. Resulta inconcebible que en 2011 un oligarca como Rick Perry, que niega la evolución y el cambio climático, pueda ser nominado por el Partido Republicano como candidato presidencial, pero hay muchas posibilidades de que sea así. El momento actual guarda un parecido alarmante con el que vivió Alemania cuando los nazis accedieron al poder en los años treinta.

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