Recent Posts

domingo, abril 10, 2011

La unidad huidiza

Fue obsesión de Nicolás Maquiavelo delinear las características de un príncipe redentor que gozara de la prudencia y virtud necesarias para "liberar a Italia de los bárbaros", al lograr su unidad e independencia. Esa empresa que según el Secretario de la República de Florencia sería recibida en las provincias italianas, fastididadas del expolio extranjero, con amor, fe, sed de venganza y lágimas en los ojos, al menos en nuestros días, no se abraza con unanimidad en Italia que festejó, "entre disputas" dice la BBC, 150 años de "unidad nacional" el pasado 17 de marzo.

Umberto Bossi, líder de la Liga del Norte, el partido más poderoso de la coalición centroderechista del Primer Ministro italiano Silvio Berlusconi, calificó a las celebraciones de "inútiles" y "retóricas". Al celebrar la efeméride, se dice que Italia está más fracturada que nunca, tanto política como geográfica y económicamente. El país se ha parecido más a un mosaico de regiones con sólidas identidades locales que a un Estado-nación fuerte, anota Rachel Donadio en el New York Times, mientras John Foot, profesor de historia italiana en el University College, en Londres, percibe un creciente rechazo entre una minoría de italianos del actual Estado-nación tal y como está organizado: "Creo que el rechazo podría radicalizarse si llegaran a aprobarse formas radicales de federalismo."

Otros consideran estos tipos de divisiones intrínsecos a la cultura italiana, que se describe como una familia numerosa e indisciplinada, unida por el idioma y en gran parte por la religión, en constante disputa, pero nunca al grado de separarse. En esta orden de ideas, la sabiduría y el humor lo aporta Giuliano Amato, ex Primer Ministro, al decir:
"Necesitamos estar juntos para poder seguir discutiendo... Si no, ¿cómo podríamos continuar haciéndolo?”

0 comentarios:

Publicar un comentario