Recent Posts

miércoles, abril 13, 2011

Fidelidad a Tijuana

Tijuana ha sido siempre una ciudad de prosapia restaurantera, desde mariscos y comida china e internacional, hasta tacos y burritos "inigualables", y vaya que he "taqueado" en varios lugares de México.

Ahora que vivo en la Ciudad de México recuerdo con cierta nostalgia la pizzas Giussepis de Tijuana, más que por el lugar, punto de referencia para ubicarse en el largo boulevard que atravieza la ciudad, por lo socorridas que eran para acompañar en casa algún partido de beisbol o futbol americano, a la vez de dar descanso a la cocina familiar; fuera de casa cualquier reunión informal podía ser pretexto para acompañarlas con pizzas, entre ellas las Giussepis. No recuerdo haber ido expresamente a comer en el restaurante, para llevar a las amigas acudía al Amitos en la Colonia Cacho, que también tenía comida italiana y para las tardes de platicar sobre todo y nada con amigos íbamos al Victors de la Zona Río, el cual me parcaté durante mis últimas visitas navideñas, con dolor, que ha desaparecido, ¡otra tradición tijuanense que se pierde!, espero sea temporalmente.

Volviendo a Giussepis, me entero recientemente que pertenece a una familia tijuanense de tradición culinaria de la cual uno de los vástagos, Javier Plascencia, ha establecido una serie de restaurantes en los que con orgullo explora las  posibilidades de la comida originaria de la tierra legendaria de Calafia, a pesar  de los obstáculos y el desánimo que representa para todo emprendedor la innegable presencia de la delincuencia organizada y sus derivados de poca monta, sobre todo la de reciente llegada en nuestra querida Tijuana: "I am proud of being from Tijuana" dice Javier Plascencia al New York Times, "I want there to be no mistake... This is a Tijuana restaurant. This is what Tijuana can be."

Al escucharlo, o más bien leerlo, se me ensancha el corazón, aunque con tristeza escucho su relato de los cambios de la vida pública tijuanense conforme a una descripción que varios compartimos y que, inclusive, me ha hecho pensar en mis visitas de los últimos años en una decadencia de la vida social tijuanense, que tanto disfruté en los ochentas e inicio de los noventas: "In the ’90s, we all knew who the drug dealers were... They came to our restaurants, we cooked at their baptism parties, but they didn’t mess with anyone. They respected who we were. But then that started to change, and you didn’t know who people were and how they would react. Suddenly there were no rules anymore." Yo que voy a Tijuana preponderantemente en la epoca de navidad con frecuencia he sido introducido a algún nuevo restaurante, aparentemente exitoso, sólo para encontrarme tiempo después con que el negocio ha desaparecido o emigrado a San Diego, testimonio incontestable de la práctica del "derecho de piso" que inhibe el desarrollo de la ciudad. Ver el Señor Frogs en ruinas, o la Plaza del Zapato sin el bullicio de peñas y pequeños restaurantes de antaño es doloroso, como dice el dicho: "el pasado no se queda donde lo dejamos".
Pocos saben que la Ensalada Caesar, la reina de las ensaladas, fue, según la leyenda más acreditada, creada en Tijuana, en el restaurante del italiano Cesare Cardini, cuyo Caesar Cardini Café es una de las imágenes que adornan la columna izquierda de este blog. Pues bien, Plascencia decidió rescatar el lugar: "Tijuana is not very good at preserving its history... Ceasar’s is so important to the story of this city. When we heard it was for sale, there was no way we were going to let that legacy be lost.”

Con optimismo que no se deja arredrar Plascencia tiene fe en su ciudad: "the general perception of Tijuana is that it’s a violent and dangerous city", en este orden de ideas cree en un boom de creatividad de gente joven a la que no sólo la anima el ánimo de las ganancias: "They are looking to invest in the future of the city and its people." Esta "ciudad" y su gente, tiene una connotación más amplia que la que podría imaginar un forastero pero que sabe muy bien todo tijuanense: "When you say local in Tijuana, you are talking about Tecate, Ensenada, Rosarito and parts of San Diego... It’s a very big local."

Gentes como Plascencia y las que se desenvuelven en el "indomable" medio artístico tijuanense son las que me hacen ver con esperanza el futuro de mi ciudad natal, a la cual, a pesar de tenerla tan lejos, llevo siempre en el corazón.

0 comentarios:

Publicar un comentario