Recent Posts

lunes, marzo 28, 2011

La sabiduría de la zorra

Para saber lo que depara el futuro los seres humanos han recurido a la observación de los astros, a escudriñar la líneas de la mano, los mensajes de las cartas y a la interpretación de los sueños, entre otros oráculos. No obstante, la previsión del destino sigue siendo inaccesible a la curiosidad humana. En ciencias sociales se reconoce que falta mucho para que cualquiera de dichas disciplinas pueda tener cierta solidez en cuanto a prevenr acontecimientos, los seres humanos, racionales y emotivos a la vez, no se prestan a ser calculados con certeza. A este respecto Dan Gardner, en reciente libro (Future Babble: Why Expert Predictions Are Next to Worthless, and You Can Do Better) examina más de veinte mil predicciones hechas por académicos, expertos y otros tipos de "pronosticadores" para sugerir, no obstante, que cierto tipo de ellos son menos malos que otros.

Lo anterior sirve de pretexto para traer a colación un fragmento del poeta griego Arquíloco, en el cual se recoje la siguiente máxima: "Muchas cosas sabe la zorra, más el erizo una sola, pero importante". Quiero pensar que el poeta se refirió a la preferibilidad de saber poco, pero sustancioso, sobre mucho pero superficial. Otro es el giro que a la frase ha dado Isaiah Berlin para sostener que en cuestiones sociales son siempre preferibles los éxitos mediocres, pero efectivos, a las grandes soluciones totalizadoras. De conformidad con esta perspectiva, bajo la piel de todo erizo habría un dogmático y bajo la de toda zorra un escéptico. ¡Vaya giro para un verso! Como Arquíloco no está a nuestra disposición para ser consultado respecto a cuál es la adecuada hermenéutica para su verso, resulta legítimo acudir a cualquiera de sus sentidos, según el mensaje que se quiera transmitir.

En este orden de ideas Philip Tetlock, en quien se inspira Gardner, explica que los expertos que se equivocan más en sus vaticinios son los que asumen la postura del erizo (en su berliniana presentación dogmática), pensadores que dicen poseer el conocimiento de una gran verdad, suficiente para resolver los misterios de todo tipo de dominio (Marx protestaría, con buenas razones), por otra parte, los expertos menos desacertados resultan ser aquellos pensadores similares a la zorra escéptica, que poseen un cúmulo de conocimientos variados y modestos, desconfían de los principios omnicomprensivos y reconocen el limitado alcance de su prospectiva.

La excelente toma que anexamos como final, sugiere que ambos tipos de sujetos, no obstante sus diferencias, pueden llegar a convivir.

0 comentarios:

Publicar un comentario