Recent Posts

martes, marzo 02, 2010

Rompiendo el espejo

Muchos comentarios han ocasionado las declaraciones de Javier Aguirre al calificar a México, en un arranque de brutal sinceridad, como un país "jodido". Imaginemos a un grupo de médicos brujos auscultando a los miembros de la aldea y que al palpar en ellos síntomas de alguna enfermedad arremeten a golpes, furiosos ante la ineficacia de sus hechicerías, contra la parte de los cuerpos de sus pacientes que los presentan; así parecen comportarse quienes se rasgan las vestiduras por las declaraciones del director de la selección nacional de futbol. ¿Que se quiere quedar en Europa al igual que su familia?, en ello no difiere de la mayoría de los mexicanos que a la primera oportunidad que se les presenta cambian su lugar de residencia por mejores oportunidades de vida y sociedades más abiertas en el extranjero. Acaso ¿sólo se puede ser "buen mexicano" en territorio nacional?


Sin perjuicio del heroísmo anónimo de muchos que día a día luchan por salir avantes en la vida a pesar del injusto mazo de cartas que les ha tocado en suerte, ¿en qué destaca actualmente la sociedad mexicana en su conjunto? En particular, para ser más justos en el desahogo, ¿en qué se distingue su clase dirigente, ya sea política, empresarial, sindical o religiosa que les permita constituirse en ejemplo a seguir en otros países? Creo que en nada que no sea un esfuerzo permanente por protejer los intereses propios y explotar, de manera exclusiva, cierta isla de poder, sin lazo alguno de retroalimentación con quienes se encuentran fuera de su espacio de complicidades y conveniencias.

Desde la niñez nos ha sido inculcado, a efecto de interiorizar una especie de narcisismo colectivo, que "como México no hay dos", no obstante, considero que sería muy triste si, al amparo de un nacionalismo complaciente, aún pretendiéramos ufanarnos frente al mundo sólo de los tacos, del mariachi, del tequila y de los voladores de Papantla o de limitarnos a presumir la fortuna de contar con playas y pirámides que no construimos. ¿Qué innovaciones, virtudes o ventajas como sociedad tenemos para ofrecer al mundo en el siglo XXI?

Aguierre, como el mensajero, no tiene la culpa del contenido del mensaje; de nada servirá romper el espejo cada vez que la imagen que refleje no coincida con los dictados de nuestra vanidad, alimentada por el aislamiento que hemos tenido respecto de la modernidad. Si no nos agrada identificarnos frente al mundo como los habitantes de una república "jodida" que no crece, y en la que a pesar de ello no cambia nada, en vez de levantar hogueras a los sacrílegos y traidores a la patria que se atreven a decírnoslo, hagamos lo que sea necesario para superar el machismo, la pereza, la intolerancia, el abuso del poder, el egoísmo, la indolencia y el gusto por los caminos fáciles y la trampa, entre otras muchas características, por muy "mexicanas" que nos parezcan, que a todas ellas debemos nuestra "jodidez".

0 comentarios:

Publicar un comentario