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miércoles, febrero 24, 2010

La sonrisa de Armstrong


Siempre me ha llamado la atención el que prácticamente la totalidad de las fotografías e imágenes de Louis Armstrong lo presentan con una franca sonrisa. Lo anterior es más sorprendente al enterarnos de que la vida del trompetista estuvo muy lejos de ser un continuo de dicha y felicidad. Nacido en la pobreza extrema; abandonados por el padre, su madre se vio en la necesidad de practicar la prostitución de manera intermitente; el pequeño Louis fue privado de su libertad a los doce años; su vida artística navegó en un mar intrigas, incomprensión y prejuicios; aún habiendo logrado el éxito artístico se vió envuelto en problemas financieros y no estuvo excento de las amenazas de la mafia, en fin.

Cuando una persona persevera, pese a todas estas tribulaciones, merece nuestra admiración. Frente a las dificultades que le tocó enfrentar Armstrong no puso simplemente la otra mejilla, sino que ofreció siempre, de frente, la faz sonriente de su rostro.

Como muestra de ésto tenemos la interpretación insuperable que hace Louis Armstrong de What a wonderful world, canción que como creación musical también tuvo que enfrentar sus propios rechazos, incomprensiones y burlas, sin embargo, nada pudo evitar que se convirtiera en una pieza clásica que muestra la esperanza, optimismo y alegría por vivir de que es capaz el ser humano:

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