Recent Posts

jueves, abril 29, 2010

¿A quién salvar primero?

Imaginemos que se encuentra a bordo de una barca en el mar, después del naufragio del navío en el que disfrutaba de un crucero, lo que le dio tiempo de conocer algo respecto del resto de los náufragos. Observa a un perro exhausto luchando por mantenerse a flote lo mismo que a un hombre y tiene que decidir a quien ayudar en primer lugar. "Una vida humana es más valiosa que cualquier otra cosa", hemos escuchado, "no se puede comparar a un hombre con un perro", dirán otros. Y sí, en efecto, suena bien, pero resulta que tengo serias dudas respecto de la validez general de dichas afirmaciones. Si lo único que tiene el hombre en su favor es la pertenencia a una especie, en este caso la humana, creo que es correcto poner en una balanza sus circunstancias particulares y las del animal. No encuentro argumentos para sostener que la vida de un hombre debe preferirse en cualquier caso a la de un animal sin hacer mayores consideraciones o razonamientos que tengan que ver con la historia de los involucrados o con el mayor o menor grado de vulnerabilidad en que se encuentran en el momento de tomar la decisión; creo que en muchos casos puede llegar a ser moralmente justificable, inclusive exigible, salvar primero al perro.



Supongamos, por una parte, que uno de los náufragos es el ejecutivo de una corporación importante, el cual se ha distinguido por no respetar regulaciones ambientales y de seguridad causando daños ecológicos inconmensurables a nuestro planeta y su vida y poniendo constantemente en peligro la vida de sus trabajadores, por ejemplo, algún responsable de operaciones de extracción submarina de una empresa como pudiera serlo British Petroleum, por otra parte el animal que requeriría ser salvado es la mascota de un niño a quien ha dado incontables momentos de compañia y felicidad; uno, el ejecutivo, tiene de su lado su fortuna, la influencia personal, la importancia y poder de la empresa que representa y su calidad de ser humano, el otro, el perro, sólo su lealtad incuestionable, ¿quien tiene un mejor derecho moral para ser rescatado primero?

Mientras no aceptemos considerar a los animales como seres que también tienen una entidad o personalidad moral, con una capacidad igual a la nuestra de gozar y de sufrir, la respuesta para este tipo de disyuntivas hipotéticas se resolverá siempre acudiendo a la pertenencia de los involucrados a una especie que se considere moralmente superior a otra, pero ¿se puede hablar de superioridad "moral" sin hacer una evaluación de la bondad o malicia de las conductas de los sujetos de una especie, sin posibilidad de que dicho juicio pueda ser contrastado al que pudiera merecer el comportamiento del ser perteneciente a la especie "inferior"?

Imaginemos otra situación surrealista: del lado izquierdo del bote tenemos a sólo veinte metros de distancia a un par de jóvenes que se sostienen tratando de servirse para ello de una tabla, por lo que con sólo aproximar un remo a uno de ellos salvaríamos a los dos, así mismo nos percatamos que se trata del par de entes que torturaron hasta a la muerte a un perro callejero en Nayarit y que sin ningún remordimiento propalaron al mundo su crueldad a través de Facebook, ni más ni menos. Del lado derecho del bote tenemos, a cien metros de distancia, al perro callejero, desfalleciente, que por alguna quimérica circunstancia tiene una segunda oportunidad de seguir viviendo. Lo más probable es que el ejercicio de una de las opciones imposibilite la acometida de la otra. ¿Qué curso de acción se debe seguir frente a esta alternativa, entre dos seres humanos y un animal? Por lo que a mi respecta, no tengo siquiera una ínfima duda respecto de lo que haría.

Nota: la pintura es de Jorge Duarte.

0 comentarios:

Publicar un comentario